El minuto
No les ha sucedido que cuando compran algún aparato electrodoméstico, lo primero que hacemos es sacarlo rápidamente de su caja, armarlo y conectarlo lo antes posible.
Y si el librito que viene dentro de una bolsa ahí se queda, intacto e incluso pudiera ser que hasta se vaya a la basura con todo y caja.
Bueno eso es parte de nuestra forma de ser, así nos educaron y crecimos, y cuando compras una bicicleta no suele ser muy diferente. Y resulta que uno de los momentos críticos de andar en bicicleta es el de revisar su estado general antes de salir a andar en ella (bueno, de hecho debería de ser con cualquier medio de transporte)
Hay que revisar la tensión de los rayos del rin, los frenos, los cambios, llantas, cadena y pedales entre otras cosas. Cosa que no hice, por que no lei manual.
Así que un domingo cualquiera fuimos a pedalear, decidimos tomar una ruta nueva, que implicaba entre otras cosas una subida en terraceria bastante empinada y que después de lograrla, al regresar al pavimento, comencé a sentir un movimiento extraño en el pedal izquierdo.
Resulta que el pedal no estaba correctamente insertado lo que provoco que se barriera su perno, afortunadamente, si había tenido la precaución de meter cinta de aislar en mi mochila, así que envolví el perno del pedal y genero el agarre suficiente para volver a poner el pedal en su sitio y sin ningún problema aparente.
Esta reparación temporal me permitio terminar todo el paseo sin mayores inconvenientes.
Lo malo de las reparaciones temporales es que te generan la sensacion de haber solucionado el problema, pero solo es un paliativo, un parche.
En su momento lo que pensé es que tenia que cambiar ese pedal, pero entre la desidia, el hecho de tener que gastar dinero y de que aparentemente no había mas problemas, tome en 1 minuto la decisión de no hacer nada, de posponerlo para un "mejor momento".
Salimos varias veces mas y no parecía haber mayor problema, sin embargo después de ir nuevamente a un camino muy agresivo, el pedal se volvió a salir y en esta ocasión no solo estaba barrido el perno, si no también la rosca de la estrella, de manera que aunque contara con un pedal de repuesto no serviría de nada y faltaban varios kilómetros para poder volver, nuevamente el ingenio nos saco adelante para salir del problema y se hizo una nueva improvisación, esta vez con un palo de madera para hacer las veces de pedal y poder continuar.
Una vez ya en casa y meditando de lo ocurrido, te das cuenta que en 1 minuto tomas una decisión que impactara mas adelante, y yo le llamo el Minuto trágico o Minuto heroico.
Tragico por que siempre que tomas la desicion facil, tarde que temprano algo malo pasara, Heroico por que siempre tienes que hacer un esfuerzo adicional para hacer lo correcto a pesar de ti mismo.
Si lo notaron en esta historia tuve tres minutos trágicos, el primero al no leer el manual de mi bicicleta, el segundo no revisar los puntos críticos antes de salir a pedalear, y el tercero no cambiar los pedales cuando tuve la oportunidad.
Pero como bien dicen, el hubiera no existe, las cosas que sabemos que son correctas hay que hacerlas sin posponerlas, pues si nos llega a ganar la comodidad, la vida siempre, invariablemente, nos cobrara, y a veces puede ser que muy caro, lección aprendida.
Así pues se ve la vida desde una bicicleta.
Y si el librito que viene dentro de una bolsa ahí se queda, intacto e incluso pudiera ser que hasta se vaya a la basura con todo y caja.
Bueno eso es parte de nuestra forma de ser, así nos educaron y crecimos, y cuando compras una bicicleta no suele ser muy diferente. Y resulta que uno de los momentos críticos de andar en bicicleta es el de revisar su estado general antes de salir a andar en ella (bueno, de hecho debería de ser con cualquier medio de transporte)
Hay que revisar la tensión de los rayos del rin, los frenos, los cambios, llantas, cadena y pedales entre otras cosas. Cosa que no hice, por que no lei manual.
Así que un domingo cualquiera fuimos a pedalear, decidimos tomar una ruta nueva, que implicaba entre otras cosas una subida en terraceria bastante empinada y que después de lograrla, al regresar al pavimento, comencé a sentir un movimiento extraño en el pedal izquierdo.
Resulta que el pedal no estaba correctamente insertado lo que provoco que se barriera su perno, afortunadamente, si había tenido la precaución de meter cinta de aislar en mi mochila, así que envolví el perno del pedal y genero el agarre suficiente para volver a poner el pedal en su sitio y sin ningún problema aparente.
Esta reparación temporal me permitio terminar todo el paseo sin mayores inconvenientes.
Lo malo de las reparaciones temporales es que te generan la sensacion de haber solucionado el problema, pero solo es un paliativo, un parche.
En su momento lo que pensé es que tenia que cambiar ese pedal, pero entre la desidia, el hecho de tener que gastar dinero y de que aparentemente no había mas problemas, tome en 1 minuto la decisión de no hacer nada, de posponerlo para un "mejor momento".
Salimos varias veces mas y no parecía haber mayor problema, sin embargo después de ir nuevamente a un camino muy agresivo, el pedal se volvió a salir y en esta ocasión no solo estaba barrido el perno, si no también la rosca de la estrella, de manera que aunque contara con un pedal de repuesto no serviría de nada y faltaban varios kilómetros para poder volver, nuevamente el ingenio nos saco adelante para salir del problema y se hizo una nueva improvisación, esta vez con un palo de madera para hacer las veces de pedal y poder continuar.
Una vez ya en casa y meditando de lo ocurrido, te das cuenta que en 1 minuto tomas una decisión que impactara mas adelante, y yo le llamo el Minuto trágico o Minuto heroico.
Tragico por que siempre que tomas la desicion facil, tarde que temprano algo malo pasara, Heroico por que siempre tienes que hacer un esfuerzo adicional para hacer lo correcto a pesar de ti mismo.
Si lo notaron en esta historia tuve tres minutos trágicos, el primero al no leer el manual de mi bicicleta, el segundo no revisar los puntos críticos antes de salir a pedalear, y el tercero no cambiar los pedales cuando tuve la oportunidad.
Pero como bien dicen, el hubiera no existe, las cosas que sabemos que son correctas hay que hacerlas sin posponerlas, pues si nos llega a ganar la comodidad, la vida siempre, invariablemente, nos cobrara, y a veces puede ser que muy caro, lección aprendida.
Así pues se ve la vida desde una bicicleta.
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