Calcetines solitarios
Hoy mientras me vestía para ir a dar la vuelta en bici, me tope con que me hacia falta un calcetin y me puse a pensar acerca de ese gran misterio, por cierto muy común, de la desaparición de calcetines, y concluí que hay dos axiomas que se repiten en estos casos:
- Solo se perderá uno, jamas el par completo
- Nunca aparecerá ese calcetín perdido
Y ya saben que la mente de una cosa te lleva a otra, y me llevo a reflexionar en la manía que aparte desarrollamos de guardar los calcetines sin par, tenemos una bolsita o un cajón destinado al calcetín sin par, algo inútil dados los axiomas arriba descritos.
Tal vez el tema de los calcetines sea algo tonto, pero creo que es un ejemplo de como en general nos gusta guardar cosas que los atesoramos "por si acaso".
De ahí me remonte un poco mas lejos, a mi adolescencia, a unas vacaciones en casa de mis abuelos maternos en la bella ciudad de Mérida, una casa antigua de techos altos y muros gruesos. Un día mi Abuela me pidió que le ayudara limpiando la cochera, cosa que empecé hacer un poco de mala gana, mientras lo hacia mi di cuenta que había una infinidad de cosas amontonadas, muebles rotos, periodicos viejos, revistas, jaulas de pajaros, cuadros, enceres domésticos,pelotas de fútbol ponchadas, raquetas de madera, sombreros polvosos y resecos, para mi era un sin fin de basura, así que separe todo lo roto de lo no roto, de lo que para mi era inservible de lo que podía servir, al finalizar la titánica labor fui orgullosamente a buscar a mi Abuela y le explique que de lado derecho estaba todo lo que se tiraría cuando pasara el basurero y en el izquierdo lo que se quedaría, ella se quedo mirando, y lentamente fue a ver que había yo seleccionando y fue tomando cada cosa y empezó a darme una explicación de que uso se le podía dar a cada cosa y las fue regresando del lado izquierdo, al final, nada se tiro.
De esta experiencia me quedo con un aprendizaje, todo puede ser usado nuevamente y sacarle un nuevo provecho, pero hay que hacerlo, de lo contrario solo guardaremos calcentines solitarios y hoy con la edad se que no solo acumulamos cosas fisicas, tambien en la mente y en el alma.
- Solo se perderá uno, jamas el par completo
- Nunca aparecerá ese calcetín perdido
Y ya saben que la mente de una cosa te lleva a otra, y me llevo a reflexionar en la manía que aparte desarrollamos de guardar los calcetines sin par, tenemos una bolsita o un cajón destinado al calcetín sin par, algo inútil dados los axiomas arriba descritos.
Tal vez el tema de los calcetines sea algo tonto, pero creo que es un ejemplo de como en general nos gusta guardar cosas que los atesoramos "por si acaso".
De ahí me remonte un poco mas lejos, a mi adolescencia, a unas vacaciones en casa de mis abuelos maternos en la bella ciudad de Mérida, una casa antigua de techos altos y muros gruesos. Un día mi Abuela me pidió que le ayudara limpiando la cochera, cosa que empecé hacer un poco de mala gana, mientras lo hacia mi di cuenta que había una infinidad de cosas amontonadas, muebles rotos, periodicos viejos, revistas, jaulas de pajaros, cuadros, enceres domésticos,pelotas de fútbol ponchadas, raquetas de madera, sombreros polvosos y resecos, para mi era un sin fin de basura, así que separe todo lo roto de lo no roto, de lo que para mi era inservible de lo que podía servir, al finalizar la titánica labor fui orgullosamente a buscar a mi Abuela y le explique que de lado derecho estaba todo lo que se tiraría cuando pasara el basurero y en el izquierdo lo que se quedaría, ella se quedo mirando, y lentamente fue a ver que había yo seleccionando y fue tomando cada cosa y empezó a darme una explicación de que uso se le podía dar a cada cosa y las fue regresando del lado izquierdo, al final, nada se tiro.
De esta experiencia me quedo con un aprendizaje, todo puede ser usado nuevamente y sacarle un nuevo provecho, pero hay que hacerlo, de lo contrario solo guardaremos calcentines solitarios y hoy con la edad se que no solo acumulamos cosas fisicas, tambien en la mente y en el alma.
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