La caída
La maleza, arboles y arbustos rodean el sendero, el suelo con tierra mojada de la lluvia de la noche salpica tu paso, el ambiente es húmedo y a pesar que no pasamos de las 9 de mañana, el calor ronda cerca de los 30°C, o al menos así se siente.
El camino es difícil, es muy estrecho, con pequeños promontorios de rocas que te obligan a poner bastante fuerza en el pedaleo y las bajadas son rápidas pero hay que maniobrar rápido y con presteza por las condiciones del camino.
De repente una roca golpea en su borde de tu pedal, unos centímetros mas arriba y el golpe hubiera sido en tu dedo del pie.
Es un aviso y tu mente busca concentrarse en evitar este posible riesgo, tratas de no darle importancia, metros mas adelante, en un pedaleo en bajada, sientes un golpe en la bicicleta, se cimbra todo el cuadro, los milisegundos parecen convertirse en minutos y observas lo que pasa como si estuvieras en cámara lenta, la caída es inminente, solo aciertas a aventar a un lado la bicicleta, no alcanzas a ver donde caerás, el brazo derecho es lo primero que toca piso seguido por la rodilla del mismo lado, por instinto alcanzo a girar y mi peso ya no recae sobre el brazo, es sobre la mochila en la espala y mientras mi casco golpea en una roca.
Me levanto, me siento aturdido no entiendo bien lo que ha pasado, la adrenalina en mi cuerpo comienza disiparse, siento un dolor en el brazo, tengo miedo de mirar, pero estoy seguro que nada grave a pasado, seguramente estará raspado y me saldrá un gran morete, mi rodilla esta bien solo un pequeño raspón. se mueve sin mucho dolor.
Tomo agua y me siento un momento, estoy sofocado y algo mareado, observo el lugar del golpe, trato de entender que paso encuentro la roca, se ha partido con el golpe. Voy por mi bicicleta tengo miedo que se haya roto, al parecer esta bien, el golpe fue en el pedal, esta rajado pero no es grave.
Ya me siento mejor físicamente, pero mi interior no siento confianza, me siento sin fuerzas, me cuesta pedalear sin miedo, miedo a golpear otra roca, miedo a lastimarme, el dolor en el brazo refuerza la desconfianza, me bajo, llego a una cruce de caminos, me he rezagado del grupo.
Busco una señal, con frustracion tiro mi bicicleta en un lado, estoy molesto conmigo, me tomo unos segundos y trato de ubicarme, de buscar alguna señal en el camino, no encuentro nada, reviso el suelo y observo las marcas de la rodadas, tomo la bicicleta y sigo en el camino, el sendero parece darme un respiro y se vuelve un poca mas suave, me mentalizo, "no hay marcha atrás", "hay que superar la caída", "tengo que poder", "hay cosas maravillosas por delante", "tengo seguir", "hay que continuar", "solo pedalea una vez mas"
He alcanzado al grupo en un cenote, en donde me meto a nadar y "lamer" las heridas con risas y bromas de los sucedido, el agua esta deliciosa y refrescante, estoy nuevamente en el camino.
En la vida, también las caídas y los fracasos son parte del camino, también hay que levantarse, no es fácil, no es agradable, tendrás miedos y frustraciones, pero si quieres la recompensa solo tienes que seguir adelante, aprender y disfrutar también de estos tropezones.
Así se ve la vida desde una bicicleta
El camino es difícil, es muy estrecho, con pequeños promontorios de rocas que te obligan a poner bastante fuerza en el pedaleo y las bajadas son rápidas pero hay que maniobrar rápido y con presteza por las condiciones del camino.
De repente una roca golpea en su borde de tu pedal, unos centímetros mas arriba y el golpe hubiera sido en tu dedo del pie.
Es un aviso y tu mente busca concentrarse en evitar este posible riesgo, tratas de no darle importancia, metros mas adelante, en un pedaleo en bajada, sientes un golpe en la bicicleta, se cimbra todo el cuadro, los milisegundos parecen convertirse en minutos y observas lo que pasa como si estuvieras en cámara lenta, la caída es inminente, solo aciertas a aventar a un lado la bicicleta, no alcanzas a ver donde caerás, el brazo derecho es lo primero que toca piso seguido por la rodilla del mismo lado, por instinto alcanzo a girar y mi peso ya no recae sobre el brazo, es sobre la mochila en la espala y mientras mi casco golpea en una roca.
Me levanto, me siento aturdido no entiendo bien lo que ha pasado, la adrenalina en mi cuerpo comienza disiparse, siento un dolor en el brazo, tengo miedo de mirar, pero estoy seguro que nada grave a pasado, seguramente estará raspado y me saldrá un gran morete, mi rodilla esta bien solo un pequeño raspón. se mueve sin mucho dolor.
Tomo agua y me siento un momento, estoy sofocado y algo mareado, observo el lugar del golpe, trato de entender que paso encuentro la roca, se ha partido con el golpe. Voy por mi bicicleta tengo miedo que se haya roto, al parecer esta bien, el golpe fue en el pedal, esta rajado pero no es grave.
Ya me siento mejor físicamente, pero mi interior no siento confianza, me siento sin fuerzas, me cuesta pedalear sin miedo, miedo a golpear otra roca, miedo a lastimarme, el dolor en el brazo refuerza la desconfianza, me bajo, llego a una cruce de caminos, me he rezagado del grupo.
Busco una señal, con frustracion tiro mi bicicleta en un lado, estoy molesto conmigo, me tomo unos segundos y trato de ubicarme, de buscar alguna señal en el camino, no encuentro nada, reviso el suelo y observo las marcas de la rodadas, tomo la bicicleta y sigo en el camino, el sendero parece darme un respiro y se vuelve un poca mas suave, me mentalizo, "no hay marcha atrás", "hay que superar la caída", "tengo que poder", "hay cosas maravillosas por delante", "tengo seguir", "hay que continuar", "solo pedalea una vez mas"
He alcanzado al grupo en un cenote, en donde me meto a nadar y "lamer" las heridas con risas y bromas de los sucedido, el agua esta deliciosa y refrescante, estoy nuevamente en el camino.
En la vida, también las caídas y los fracasos son parte del camino, también hay que levantarse, no es fácil, no es agradable, tendrás miedos y frustraciones, pero si quieres la recompensa solo tienes que seguir adelante, aprender y disfrutar también de estos tropezones.
Así se ve la vida desde una bicicleta
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